Visita a la parroquia de Sant Bartomeu y Santa Tecla con las mejores vistas de Sitges
Primer apunte previo: al lugar donde se levanta la parroquia de Sant Bartomeu y Santa Tecla se la conoce en Sitges como ‘La Punta’. Esta ubicación sobre la plaza del Baluard, con las olas rompiendo junto a las escaleras que suben del paseo marítimo, le confiere una personalidad y magnetismo indiscutibles. La iglesia de Sitges impone desde allí arriba. Vigila y protege. Pero también sonríe e invita. Es única.
Las dos dos torres de la parroquia de Sitges, la del campanario y la del ‘comunidor’ (la del reloj), estilizan y definen la silueta de este icono local, al que las palmeras del paseo marítimo le confieren un aroma mediterráneo que le aporta calidez y una sensación de verano continuo. La buena noticia es que se han vuelto a organizar visitas guiadas a la iglesia, incluyendo la posibilidad de subir hasta lo alto del campanario. Podéis consultar el calendario de visitas y hacer vuestra reserva en la web de los Museos de Sitges.
Nosotros subimos a la torre más alta de la iglesia muy bien acompañados por Montse Curtiada, responsable del Departamento Educativo de los Museus de Sitges y que ha acompañado a muchos grupos en esta visita. Montse reconoce que la subida al campanario “es lo que más sorprende y gusta de la visita, sin duda; pensad que cuando llegan arriba tienen una vista privilegiada de Sitges y sus alrededores, aparte de que a muchos les emociona poder estar dentro y en la parte más alta de un lugar emblemático que siempre ven desde fuera y desde abajo”.
Realmente, las vistas son espectaculares. Aunque una malla para evitar la entrada de aves cuadricula el paisaje, la verdad es que impresiona poder visualizar Sitges desde las alturas y en formato 360 grados. Una curiosidad eclesiástica: mirando hacia Vilanova, se visualiza el santuario del Vinyet y el de la virgen de Gracia y, si nos damos la vuelta, en primer plano tenemos la iglesia de Sant Sebastià, y de fondo, la ermita de la Trinitat (muy recomendable la excursión hasta esta última).
Pero no penséis que el único ‘must’ o ‘highlight’ de la visita es la subida al campanario. Por dentro, la parroquia de Sant Bartomeu y Santa Tecla es también un tesoro artístico. Venga, argumentos: esta iglesia cuenta con uno de los mejores conjuntos de retablos barrocos que hay en Catalunya. Hechos en madera policromada, cada uno servía –y sirve- para explicar la vida (y martirio) de diferentes santos y santas. Además, en la primera planta, justo al lado de las escaleras que suben al campanario, hay una pequeña sala que no os podéis perder. Su nombre os anticipa el regalo: ‘La sala de los tesoros’. Dentro, piezas destacadas como la custodia del Corpus o un espectacular sagrario de plata.
Por cierto, quizás en la visita os encontréis con el rector de la parroquia de Sitges, Josep Pausas. De trato afable y cercano, Pausas reconoce que “mucha gente que entra por primera vez se queda parada cuando descubre nuestros retablos barrocos”. Y es que la iglesia de Sant Bartomeu y Santa Tecla es como casi todo en Sitges, vecinos y visitantes incluidos: bonita por fuera…y por dentro ;)
04/11/2021
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