Centenario Jardines de Terramar
Un grupo de industriales quisieron transformar Sitges en 1919 en una de las playas del Mediterráneo con más glamour y construir un complejo urbanístico con todos los equipamientos modernos del momento, con unos jardines verdellescos y un atractivos para el turismo elitista entonces.
Cien años después de aquel proyecto novecentista, el Ayuntamiento de Sitges quiere hacer un reconocimiento a aquel proyecto transformador, que aunque no se pudo completar, dotó de identidad propia y lenguaje artístico el proyecto de Terramar, que dibujó un Skyline único.
Celebramos los 100 años de Terramar
La celebración quiere revalorizar el proyecto de 1919 poniendo sobre la mesa la unicidad de lo que se planteó transmitiendo la voluntad transgresora y una percepción avanzada del concepto de urbanización, los visionarios como Francesc Armengol, Josep Maria Martino y Miquel Utrillo.
Los escenarios de celebración del centenario van más allá de los estrictamente culturales: los deportes y el urbanismo son protagonistas, el arte y la literatura tienen su espacio para reivindicarse, así como el sector turístico y hotelero, y el entorno natural.
El formato del centenario y su contenido tendrán una relación fuerte de por sí, con un mensaje detrás. Así, forma y contenido se refuerzan entre sí.
Una pincelada sobre el proyecto de ciudad-jardín
El proyecto de la Ciudad - Jardín de Terramar, ideado y liderado por Francesc Armengol y Duran (Sabadell 1886 - Barcelona 1931), Josep Maria Martino y Arroyo (Barcelona 1891 -1957) y Miquel Utrillo (Barcelona 1862 - Sitges 1934), entre otros. Querían transformar Sitges en una de las playas del Mediterráneo con más glamour y construir un complejo urbanístico con todos los equipamientos modernos del momento, con unos jardines verdellescos y un atractivos para el turismo elitista entonces.
El proyecto consistía en la construcción de un casino adentrado en el mar sobre un muelle, que no se llegó a construir más; un gran hotel en primera línea de mar, con la idea de hacer unos grandes jardines delante, diseñado por Josep Maria Martino; y un jardín, el Jardín de Terramar. Debido a dificultades de financiación, no se pudo inaugurar hasta 1933.
También estaba prevista la construcción de un ateneo y biblioteca; auditorio y salas de exposiciones; tiendas; sede social, salas de junta y de lectura; servicio de correos y telégrafo; garajes; un campo de aterrizaje de aeroplanos de turismo. El proyecto previó un autódromo, el cual fue inaugurado en 1923; y un campo de golf, que fue inaugurado en 1927.
Pero en 1920 se produjo un punto de inflexión durante el proceso constructivo. Este fue la quiebra del Banco de Barcelona, donde estaba depositado el capital de "Parques y Edificaciones SA". No se pudieron rehacer de este trastorno económico y el proyecto se vio parado. No será hasta 1929 que "Playas y Balnearios del Mediterraneo SA, de Salvador Casacuberta, ofrece capital para sacar adelante las construcciones. Sin embargo, el proyecto completo como tal ya no se materializará nunca más.
Se acabó el gran hotel, el Hotel Terramar Palace, inaugurado en 1933, se terminó la urbanización de la sección marítima de Terramar y del Vinyet, se dotó de árboles y plantas el paseo y las calles principales, se instauró un servicio de transporte público entre el centro de la Villa y Terramar de la agencia de Tomás Matas, entre otros.
Mientras que el Hotel Terramar Palace sigue su actividad hotelera durante todo el siglo XX, los Jardines del Terramar se abandonaron hasta casi los años noventa del siglo XX. No será hasta 1998 que el Ayuntamiento de Sitges los recupera, los adecua y obra al público como un parque, manteniendo la distribución de las edificaciones, los lagos artificiales y los espacios verdes originales.
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