Los pequeños se lo pasan en grande en Sitges
Da igual cuando lo leas: Sitges es genial para venir en familia. Porque aquí se divierten tod@s, del más grande al más pequeño, del más serio al más travieso, del más tímido al más extrovertido. En Sitges somos de colores…de todos los colores.
¿Qué hacer con niños en Sitges? ¿Por dónde empezar? ¿Por dónde acabar? La verdad es que tenéis mucho dónde elegir, y ese es el valor diferencial de la localidad. Pero como punto de partida, podríamos diferenciar dos ubicaciones generales, dos complicidades naturales: con el mar como testigo o con la montaña como compañera.
Si elegimos movernos cerca del mar, una buena manera de empezar (o acabar) es recorriendo el paseo marítimo, ya sea a pie, monopatín, patinete –no eléctrico, eh!-o en bici. Un paseo que podemos empezar por ejemplo a pies de la escalinata de la iglesia de Sant Bartomeu y Santa Tecla, delante de la playa de la Fragata, y acabar en la zona de Terramar. Si tomamos este paseo como eje, aparte de poder ir a cualquiera de las playas urbanas de Sitges ¿hay mejor parque y con mejor vistas?, los niños podrán disfrutar de zonas infantiles con columpios (delante de la playa de la Bassa Rodona), o hacer una parada en el Centre d’Estudis del Mar, cuya sede alberga una exposición permanente dedicada a la Posidonia y que además ofrece actividades infantiles periódicas para, de una forma lúdica, descubrir la biodiversidad del Mediterráneo.
Otra forma de descubrir ese tesoro azul, más inmersiva, es a través de clases de surf para niños, alquilando tablas de paddle surf, haciendo una ruta en Kayac por las calas de Sitges o disfrutando con alguna de las actividades y servicios para familias que ofrecen los clubes náuticos de la localidad.
Otra parada imprescindible son los jardines de Terramar, un oasis verde ubicado entre el campo de golf y la playa de Les Anquines. Estos jardines novecentistas cuentan con una zona de juegos y senderos flanqueados de vegetación autóctona. Y la joya de la corona: un estanque central rodeado de bancos de piedra, donde los padres pueden mantener, potenciar, recuperar o –que también puede ser- descubrir su perfil romántico. Además, los jardines de Terramar cuentan con una zona de picnic, por lo que es ideal para recuperar fuerzas con un desayuno o comida al aire libre. Ah, y si venís a Sitges en primavera o principios de verano, quizás podréis participar en una de las visitas nocturnas que organiza el CEM de Sitges para ver la biodiversidad que hay entorno al citado estanque.
Como extensión, inicio o ruta independiente a la del Paseo Marítimo, otro lugar que merece el sello de ‘ideal para familias’ es la zona del casco antiguo , dédalo de calles empedradas a la sombra de la parroquia de Sant Bartomeu y Santa Tecla, y puerta de entrada a la playa familiar de Sant Sebastià y la ermita de Sant Sebastià, donde encontraréis otro parque infantil con columpios. En esta ruta es parada obligada los Museus de Sitges –los menores de 12 años no pagan entrada. ¿Quién dijo que los museos no son divertidos? Para empezar, los nuestros cuentan con un Rincón Familiar con talleres y actividades pensadas para los más pequeños. Y además, podéis hacer una visita al museo Cau Ferrat o al Museu Maricel mientras participáis en un juego de pistas. Si la completáis, regalo seguro. ¿Es un planazo o no, venir a los Museus de Sitges?
Nos damos ahora la vuelta y miramos hacia la montaña. Allí, el Parc del Garraf supone el otro gran escenario, en este caso natural, para disfrutar en familia. Con senderos aptos para todas las edades, muchos de ellos con el mar de silencioso cómplice, este parque ofrece además una completa agenda de actividades, con rutas y proyectos pedagógicos –el Observatori Astronòmic es un imperdible, que podéis consultar en su web. En cualquier caso, el espectáculo está asegurado gracias a un paisaje calcáreo único y una flora y fauna singular que salpicará de emociones vuestra visita. Si tenéis dudas, una (muy) buena opción para hacer en familia y activar todos los sentidos es la ruta hasta el Castell de Olivella. En el pódium del senderismo familiar también colocaríamos la excursión hasta la ermita de la Trinitat.
Pero más allá de lugares y paseos, Sitges siempre está en efervescencia. Siempre pasan cosas. Da igual cuando vengas. Si vienes en verano, el mar es protagonista. Pero en diciembre y enero, el sol de invierno marida muy bien con mercados navideños y actividades familiares; en febrero, el
Carnaval lo tiñe todo de color y plumas. En marzo, el Rally Internacional de Coches de Época Barcelona-Sitges nos traslada en el tiempo; en marzo y abril, el jazz sale, literalmente, a la calle; en junio las calles se alfombran con flores con motivo del Corpus; en octubre, el Sitges Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya cuenta con una amplia nómina de actividades paralelas... Y lo más importante: cada día, de cada mes y de cada año, lo mejor de Sitges os espera a toda la familia: su gente ;)
12/02/2023
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