La vida, con sol y vistas al mar, se disfruta un poco más, ¿verdad? Pues lo mismo con cualquier actividad concreta. Por ejemplo, jugar al golf. Que seguro que con un día nublado también se puede disfrutar y mucho. Pero, aunque no es científico, hay más posibilidades de que mejoremos nuestro hándicap si luce el sol y el mar lo tenemos cerca, muy cerca. Tanto como a poco más de 15 metros en alguno de los hoyos. Esto es precisamente lo que ocurre en el campo de golf Terramar de Sitges.

Las fotos son ilustrativas y os sitúan perfectamente. No hablamos de ver el mar. Hablamos de oírlo, de olerlo…de sentirlo vaya. Esta cercanía se da especialmente en los hoyos 3 y 4, que, tenéis que probarlo, se juegan con otra actitud. Tomás González, director del Club de Golf Terramar de Sitges, no duda en calificar el campo “como una joya del mediterráneo, pues aparte de esta cercanía incomparable con el mar, tiene un gran ‘jugabilidad’, es muy cómodo y plano, apto para todas las edades y condiciones”.

Va, que os situamos un poco más sobre este magnífico campo de golf, fundado en 1927 y que es el segundo más antiguo de Catalunya y el séptimo de España. Al principio se proyectó con 9 hoyos y sobre tierra. En 1952 llega el verde con los primeros ‘greens’ de hierba y en 1973 se duplica el número de hoyos. Con su modernización, también aumentan las competiciones que alberga el club, que actualmente es sede del Estrella Damm Mediterranean Ladies Open by Catalunya, una cita de referencia en el circuito europeo femenino.

En este proceso de modernización ha jugado un papel clave el Plan Director aprobado por el Club de Golf Terramar. Según Tomás González “ahora tenemos un campo con agua reutilizada, y por tanto más sostenible; es además un campo más seguro para jugadores y vecinos, a lo que hay que sumarle las mejoras en el recorrido, con la ampliación de 3 hoyos para adecuarlos a los deportistas y materiales de juego actuales”. A esta nómina de novedades se le une la habilitación del lago más grande de Catalunya, “que no se ubica en un extremo, sino que forma parte del propio recorrido”.

El director del Club de Golf Terramar abre las puertas del centro a los visitantes (adn sitgetano, ya sabéis): “somos un club social muy centrado en sus socios pero también abierto a los visitantes; nos encanta recibir a aficionados y aficionadas de todo el mundo.”

Por cierto, que no se nos olvide: otra opción, complementaria o ajena a la practica del golf, es venir a comer al restaurante del club, dirigido por el chef Alvaro Carro y que cuenta con el asesoramiento de Paolo Casagrande, jefe de cocina del Lasarte de Barcelona, distinguido con 3 estrellas Michelin.

Ya veis que en Sitges, jugar al golf, es una delicia para todos los sentidos…como casi todo lo que pasa en este rinconcito del mediterráneo ;)