Decíamos al principio de este post que el Autódromo de Terramar, ubicado en una parcela de 25 hectáreas,  llevaba muchos años cerrado. En concreto, más de 60. Por este motivo (y quizás es vuestro caso) hay mucha gente que no sabe de la existencia de este circuito ovalado de 2 kilómetros y con peraltes de hasta 90 grados. Un desconocimiento general que contrasta con la enorme expectación que levantó en su momento, empezando por su inauguración en 1923 por el entonces infante Alfonso de Borbón en representación de la Casa Real Española. Se trataba de una de las piezas maestras de la Ciudad Jardín de Terramar que proyectó Francesc Armengol. El autódromo era sin duda uno de los servicios ‘estrella’ de esa ciudad innovadora que incluía un campo de golf - el actual Club de Golf Terramar- , un hotel de lujo y unos jardines con un estanque central recuperado que actualmente acoge al Festival Jardins de Terramar. Una ciudad que estaba inspirada en la Riviera Francesa y que era paradigma del ‘noucentisme’ en Catalunya: orden, urbanidad, calidad y retorno a las formas clásicas.

No obstante, y así rematamos esta breve introducción histórica, el autódromo sufrió desde el inicio los problemas económicos de la sociedad constructora, que hizo que la realización de pruebas de motor fueran muy intermitentes, de hecho esporádicas, en las tres décadas siguientes. Por tanto, el autódromo, en los últimos años, se ha limitado a acoger rodajes y presentaciones de vehículos, además de ser escenario de pruebas de marcas comerciales.

Pero al autódromo le espera ahora una nueva etapa de la mano de sus actuales promotores, Grand Prix. Una nueva etapa con nuevas actividades y, lo más importante, con un recinto abierto a Sitges y a quiénes vengáis a visitarnos. El circuito seguirá con su perfil y acogerá eventos relacionados con el mundo del motor, como presentaciones o actos de relaciones públicas, pero no carreras. La gran novedad será que se habilitará el lugar para exhibiciones ecuestres internacionales, sobre todo en los meses de otoño e invierno, cuando la climatología es más adversa en los países del centro y el norte de Europa.  La entrada será libre para todos los visitantes. ¿Y todo esto cuándo? La previsión es que las primeras pruebas se realicen en el invierno de 2022.

Otra de las novedades será la construcción de un hotel de 150 plazas, respetando el suelo edificable y no afectando la zona natural circundante. Es más, se amplía la zona boscosa con la plantación de 700 árboles.

Claro, el tema es que ahora os hemos despertado la curiosidad por el autódromo de Terramar. ¿Queréis visitarlo? Pues podéis. Solo tenéis que contactar con Agisitges, que organiza visitas guiadas y personalizadas. La experiencia, vale muuuucho la pena. Y más ahora que ya sabéis los cambios que se avecinan…