Sitges es mar y es azul, puro mediterráneo. Pero también es aire, azul cielo al principio del día y dorado y naranja cuando la noche pide paso. Y es en esa hora bruja donde hoteles como MIM y ME Sitges Terramar se convierten en los grandes balcones de Sitges

La propia ubicación de Sitges potencia las vistas desde arriba. Por un lado, el verde y gris del Parc del Garraf. Y por el otro, el paseo marítimo, las playas y el mar infinito. Y entre ambos, un skyline donde La Punta (la pequeña colina o promontorio donde se levanta la parroquia de Sant Bartomeu y Santa Tecla) siempre sirve de guía en una trama urbana blanca y de poca altura, pero con un latido que vibra y se expande. Ese latido encuentra un eco muy especial en estas terrazas, que en primavera y verano florecen al alargarse las horas de sol y potencian su oferta musical y gastronómica.

En el caso del Hotel MIM, y atendiendo al clima privilegiado de Sitges, su terraza está abierta todo el año. El nombre ya anticipa sensaciones: Sky Bar. Y las confirma, pues hablamos de una terraza con vistas panorámicas 360 grados, que además se disfrutan desde una céntrica ubicación. Con capacidad para 80 personas, su terraza está abierta a cualquier visitante, independientemente de que se aloje o no en el hotel. Subir a la última planta tiene además premio: la de probar los platos que prepara el chef Paulo Goes, donde prima la filosofía de Kilómetro Cero y donde los arroces se presentan como la especialidad de la casa.

Sergi Simó, el director del MIM Sitges, no duda en señalar las vistas 360º como el elemento diferencial de este espacio, “que aún son más especiales con la puesta de sol”. Además, Simó nos explica que la otra joya de la corona del hotel, su spa, forma un tándem mágico con la terraza: “Sí, porque existe la posibilidad de adquirir lo que llamamos un Day Pass, que incluye circuito de hidroterapia –flotarium y hamacas ‘calientes’ incluidos- y comida o cena después en el Sky Bar”. Otra opción es tomar una copa o cóctel antes o después de cenar y, en el caso de los fines de semana, con banda sonora a cargo de diferentes djs residentes.

Nos alejamos del centro, pero nos acercamos al mar. Nos acercamos mucho. Tanto que desde la terraza del ME Sitges Terramar, el Radio Rooftop Bar, el mar y la playa de les Anquines, te queda literalmente debajo. Estamos sin duda en la otra gran terraza de Sitges. Con capacidad para 120 personas, tiene otra ventaja añadida: te ofrece el mejor skyline costero de la localidad.

Aleix Nadal, Aura Manager del hotel, tampoco lo duda: “Se trata de nuestra particular joya de la corona; solo hay que subir y comprobar que las vistas son emocionantes”. A esta emoción ayuda, y mucho, el ambiente que se genera allí arriba. Por un lado, la apuesta por una gastronomía basada en el ‘Street food’ de Asia y Latinoamérica. Especial atención (y predilección, como dice Aleix) por el Yakiniku, barbacoa japonesa donde son los mismos comensales los que acaban braseando a su gusto la carne en su propia mesa.  Y por otro lado, la música de los djs residentes Albert Retamero, Loli Zazou, Santi Tanit (titular del restaurante El Beso). Y a este equipazo se le unen otros djs invitados como Anna Ferri, Ari Korrales, Jordi Chicletol o Severino –miembro fundador del Horse Meat Disco y Dj residente de Glitterbox Ibiza.

Más emoción en el Radio Rooftop Bar del ME Sitges Terramar de la mano de sus cócteles orgánicos (tierra, aire, agua y fuego) y de autor –reverencia para el barman Otto Liu.

Aleix destaca además la conexión del hotel y su terraza con Sitges y su agenda: “Queremos que quién suba arriba pueda vivir también experiencias relacionadas con las principales celebraciones y actividades que tenemos en la localidad, como puede ser el Carnaval, el Festival de Cine, el Corpus o la Sitges Pride, por poner solo unos ejemplos”.

Informados quedáis. Sitges tiene y ofrece vistas privilegiadas. Una experiencia que incluye música, gastronomía y ese ‘no se qué’ que solo encuentras aquí. Tan fácil como subir arriba.