Claro que sí, apunta en tu lista de ‘imperdibles’ para 2023 una visita a Sitges. Si es la primera vez, te va a encantar, y si ya has estado, el encanto se mantiene, ya lo verás. Sea cual sea vuestro caso, venir a Sitges es siempre un planazo, da igual la época del año. Ahí van diez motivos para que tu única duda sea con quién venir ;)

1. Playas donde bañarse, pasear, comer o tomar algo.
   Sí, en Sitges tenemos muchas playas y de todo tipo. Urbanas, salvajes, familiares, divertidas, con ambiente y, muy importante, con sabor: disfrutar de las vistas tomando o comiendo algo en alguno de los chiringuitos es una experiencia indispensable.
   
   
2. Tiendas únicas…que nunca cierran.
   Ir de shopping en Sitges es siempre una buena idea. Primero, porque se tratan de comercios singulares, con personalidad y trato personalizado. Y luego, porque no cierran en domingo ni festivos. Por tanto, lo dicho: vengas cuando vengas, los comercios de Sitges te esperan.
   
   
3. Música todo el año.
   Sitges tiene (mucho) ritmo. Y muy variado. De hecho, se adapta a ti. Si eres de jazz, el festival Jazz Antic es un referente en Catalunya –se celebra en abril.. Si te gusta el pop y el rock, el Festival Jardins de Terramar suele traer cada verano artistas y grupos consolidados y también emergentes. ¿Qué lo tuyo es la guitarra? Pues te interesa el Mediterranean Guitar Festival y sus conciertos en la ermita de Sant Sebastià. Además, nos gusta el mestizaje musical. El mejor ejemplo: el Festival Creative Connexions Ireland, que se suele realizar en octubre y que trae a la ciudad el sonido más tradicional y vanguardista de Irlanda.
   
   
4. Museos, exposiciones y eventos culturales para todos los públicos y gustos.
   Sol y playa, sí. Pero también modernismo y romanticismo, novecentismo y art contemporáneo. Sitges es cultura y cuenta con algunos de los museos más importantes del mediterráneo, como el Cau Ferrat, el Museu de Maricel o la Fundación Stämpfli. Todos ellos ubicados en la zona del casco antiguo de Sitges, una maravilla que hace del paseo un deleite visual. Ah, y si vienes en verano no te puedes perder el programa que organizan Museus de Sitges, el Sitgestiu Cultural.
   
   
5. Naturaleza singular.
   Pocas ciudades mediterráneas pueden presumir de tener a sus espaldas un parque natural tan espectacular como el Parc del Garraf. Se trata de un ecosistema único, aún muy desconocido, e ideal para hacer excursiones en familia (al Castell d’Olivella o la Ermita de la Trinitat, por ejemplo), ir a un observatorio a ver las estrellas o descubrir caballos en libertad.
   
   
6. Gastronomía inolvidable.
   Pues sí, también se come muy bien en Sitges. Son muchos los restaurantes que apuestan por productos de proximidad y km 0. El resultado son platos autóctonos e imprescindibles como el Arroz a la Sitgetana o el Xató.
   
   
7. Vino Malvasia de Sitges y hasta ginebra hecha aquí.
   Se come muy bien. Y se bebe igual de bien y con denominación de origen. Por un lado tenemos un legado dorado y afrutado que es el vino Malvasía de Sitges, que marida bien con todo. Y por otra, para antes o después de comer, Sitges ha estrenado su propia Ginebra: Paó de Sitges, elaborada a partir de botánicos del Parc del Garraf.
   
   
8. Deporte por tierra, mar y aire.
   Sitges te pone en forma, mental y físicamente. Para dar ritmo a tu ‘body’, las opciones son múltiples: andar, correr, pedalear o patinar por el Paseo Marítimo o bien practicar (o estrenarte) en deportes náuticos en el Port de Sitges – Aiguadolç, por ejemplo. ¿O qué os parece una ruta en bici por viñedos? ¿Y descubrir calas en kayak?
   
   
9. Una ciudad de cine, literalmente.
   Sitges es de cine. Por un lado, ha servido de plató para numerosos anuncios y películas. Por otro, es sede del primer festival de cine fantástico, el Sitges, Festival Internacional de Cine Fantástico de Catalunya.
   
   
10. Tradiciones que son un referente.
    Al resto de atractivos naturales, gastronómicos y culturales de Sitges hay que sumarle el de sus tradiciones, que trascienden en muchos casos la propia localidad. Entre ellas, sin duda, el Carnaval de Sitges, uno de los más importantes de Europa. O el Corpus Christi, en mayo, cuando las calles del centro se alfombran de flores de colores: sencillamente espectacular. Tampoco os deberíais perder el Rally de Coches de Época Barcelona-Sitges, en marzo. Y por supuesto, imperdibles varias fiestas: la Fiesta de Nuestra Señora del Carmen, la gran fiesta del mar –en agosto- y la Fiesta Mayor de Sant Bartomeu –a finales de agosto- y de Santa Tecla, en septiembre.