Turismo Sitges

Sitges también tiene un Palacio

Sí, en Sitges tenemos un palacio. Y es como el de los cuentos: elegante por fuera y espectacular por dentro, con unas terrazas de tejados ondulados y un claustro con vistas panorámicas al mediterráneo. El nombre tampoco puede ser más bonito: Palau de Maricel.

Venga, vamos a situarnos en el Racó de la Calma, en pleno casco antiguo de Sitges, uno de los espacios más bonitos, emocionantes y fotografiados de la localidad. En un extremo de este rinconcito de acústica insuperable está el Museu del Cau Ferrat. En el otro, la espectacular puerta de entrada al Palau de Maricel, del siglo XV y procedente de Salamanca. Esa puerta da acceso a un festival para los sentidos que no os debéis perder. Hablamos de un imprescindible de Sitges.

 

Para que no digáis que dejamos la información práctica para el final, os explicamos que el primer paso para poder visitar el Palau de Maricel es informaros de los días de apertura. Tenéis la información actualizada en la web de los Museos de Sitges.

 

Palau Maricel Sitges (II)

Para que la espera no sea tan insoportable, os avanzamos algunos detalles (no os preocupéis, estos spoilers no van a restar ni un ápice de potencia al impacto que tendréis cuando entréis en palacio). El Palau de Maricel, que reúne diferentes estilos, tiene en el novecentismo o arte ecléctico su aroma principal, que se respira en la espectacular ornamentación de sus espacios principales: El Saló d’Or, el Saló Blau, la Sala Capella, la Sala Vaixells, las terrazas (las del tejado en forma de oleaje)  o el claustro (desde donde se puede observar una es-pec-ta-cu-lar panorámica del Mediterráneo).

 

Un poco de historia y nombres propios. El Palau de Maricel fue construido entre 1910 y 1918 por el artista e ingeniero Miquel Utrillo por encargo del magnate, coleccionista y filántropo norteamericano Charles Deering, que se enamoró de Sitges tras visitarla (otro más…qué queréis que os digamos). Y añadimos un tercer nombre propio: el del escultor Pere Jou, autor de los capiteles de la fachada y el interior, reconocidos como una de las mejores muestras de novecentismo de la época.

 

Palau Maricel

 

Aparte de para emocionar a los visitantes, el Palau de Maricel es habitualmente escenario de talleres y conciertos, y también se suele utilizar como sede de actos institucionales y culturales, como conferencias o presentaciones. Además, algunos de sus espacios acogen eventos de empresas (la terraza asegura un branding y un ‘team building’ de largo alcance). Ah…y también bodas civiles. ¿Os imagináis mejor lugar que este palacio espectacular para casaros?

 

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