La Cubana o también ‘La compañía de teatro de Sitges’. Porque, como dice su cofundador y director, Jordi Milán, “La Cubana no sería La Cubana sin Sitges, porque es algo que hemos mamado desde pequeños”. En el  libro de familia de esta compañía aparece como fecha de nacimiento el año 1980. Localidad: Sitges. Los padres de la criatura, Jordi Milán y Vicky Plana.

La Cubana empezó como un grupo de teatro amateur “con el que nos gustaba hacer el gamberro”. Ese ‘gamberrismo artístico’ inundó en 1983 las calles y tiendas de Sitges con el espectáculo ‘Cubana’s Delikatessen’. Ese teatro en la calle (que no teatro de calle) gustó y mucho. Y se exportó a otras ciudades tras un primer contrato con el Centre Dramàtic de la Generalitat, que supuso la profesionalización de la compañía. Y de ahí a 2021, muchas cosas. Lo que no ha cambiado ha sido el espíritu fundacional, la marca ‘Sitges’, que siempre ha inspirado a la compañía, “que siempre ha estado ahí”.

Mirar atrás siempre da vértigo, pero también motivación. En el caso de La Cubana, la estela tiene especial fulgor y es larga. Muy larga: 10.000 funciones, representaciones en más de 200 teatros y risas y aplausos de más de 5 millones de espectadores. 41 años de trayectoria que han ido generando un universo propio, alocado, kitsch, colorido, divertido, irreverente…muy sitgetano, vaya. Y la idea es sacudir el equipaje y mostrarlo en la exposición ’La Cubana: 40 años +1: un viaje de ‘la nada’ al 2021”

¿Qué como será esta exposición? Se lo preguntamos al director: “Nosotros la verdad es que somos un poco ‘traperos’, lo guardamos todo porque tenemos síndrome de Diógenes artístico. Imaginaros todo el material audiovisual, de vestuario, de escenografía, de carteles y objetos que tenemos en esta muestra…”. Para que os hagáis una idea de la magnitud, la muestra ha requerido el transporte de 20 camiones.

A nivel de espacios, dos avances: habrá uno interactivo dedicado a la banda sonora de la compañía y otro exclusivo de las ‘Teresinas’, fenómeno televisivo que mostraba un estilo de vida que, como recuerda Jordi Milán, aunque se acabó localizando en el barrio de Gràcia de Barcelona, “se inspiró en la gente de Sitges”.

Fechas de la exposición: del 17 de junio al 26 de septiembre. Y siguiendo las restricciones de seguridad actuales, podrá visitarse en grupos de 20 personas que irán accediendo al Centre Cultural Miramar cada 15 minutos. Os esperamos pues en esta exposición que activará emociones, recuerdos… y descubrimientos.