Sitges en 1 día
Vaya por delante que recomendarte lo mejor de Sitges en 1 día tiene mucho de estacional. Y como estamos en agosto, y cómo hay que priorizar para que te de tiempo a todo y lo disfrutes todo al ritmo adecuado, hemos tenido en cuenta que el calor es amigo de algunas experiencias y mal aliado para otras.
Tampoco queremos condicionarte marcándote una jornada con horarios. No va ni con Sitges ni con nuestra actitud de feliz improvisación. Tus sentidos mandan. Por tanto, sin orden (pero con mucho concierto), te compartimos seis propuestas como punto de partida. Donde llegues, donde gires, donde te pierdas, donde cambies de planes, queda entre tú y Sitges.
Que sí, que son únicos. No nos cansamos de repetirlo, pero es que nuestros museos suponen la esencia del modernismo catalán, en forma y fondo. El Cau Ferrat es una pequeña gran joya, un lugar imprescindible y de referencia no solo del modernismo, sino del arte del siglo XIX y XX. La antigua casa de Santiago Rusiñol ya merece la visita. Pero es que su colección debería ser un imán, con obras del propio Santiago Rusiñol y Ramón Casas (principales representantes del modernismo catalán y español), de Zuloaga, Utrillo o Pichot. Completan este regalo dos piezas originales del Greco y cinco de Picasso. Ah, y buena noticia (buenísima): vuelven las visitas guiadas al Palau de Maricel: ¡im-pres-cin-di-ble! Reservas y tickets online en la web de Museus de Sitges.
Vista y tacto se dan la mano en este paseo por el legado histórico de Sitges. Pequeñas calles empedradas flanqueadas por palacios y edificios modernistas, y con el mar siempre al lado. Aquí, con tu permiso, si que te compartimos también un poco de información sobre las calles y plazas principales. Porque si conoces la historia, las piedras te hablan… Eso sí, lo dicho antes: empieza y acaba tu ruta por donde quieras. Seguramente la salida o llegada la protagonizará la plaza del Baluard, promontorio ilustre de nuestro skyline con la iglesia de Sant Bartomeu y Santa Tecla
Si, claro, en verano, playa. Y en Sitges hay donde elegir: 26 en total, repartidas en 17 kilómetros de costa. Porque para gustos, colores…y playas. Gran parte de ellas tienen chiringuitos, donde la brisa, los pies descalzos y la vista al mar confieren una dimensión única al sentido del sabor (y al gestual, claro, claro)
Xató, arroz y malvasía para comer
El aperitivo es para abrir boca. Luego toca comer. Y comer en Sitges es siempre un regalo. Y un regalo además único si optamos por un menú en el que convivan tres delicias con denominación de origen: un xató de entrante (la salsa de esta ensalada puede ‘enloqueceros’), arroz a la sitgetana de segundo y vino malvasía (único en el mundo) de maridaje.
Paseo por el paseo marítimo y compras
El paseo de los paseo en Sitges discurre con el mar como acompañante, claro. Y mientras vas avanzando por el Paseo de la Ribera, las playas y sus diferentes ambientes se van sucediendo. Al otro lado, las calles invitan a subir un poco y perderse, haciendo escala en los comercios locales. Como ocurre con casi todo en esta localidad, ir de tiendas en Sitges es una experiencia sensorial: colores, olores, sabores y acento local con productos originales. Y no te preocupes si vienes en domingo. Sitges siempre está abierto.
Pues con esto creemos que tienes más que suficiente para aprovechar un día en Sitges. Lo importante no es tanto la duración, como la intensidad. Decía el escritor y activista James Baldwin que "el reto está en el momento: el tiempo es siempre ahora". Y ese es un reto entre tú y Sitges.
28/08/2020
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